LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Gracias Dios mío por tu
Palabra. Gracias por tu Gracia, gracias por tus misericordias que son nuevas
cada mañana. Te pedimos sabiduría de lo alto, danos entendimiento al máximo y
así poder continuar en tu camino de salvación. Bendice los lectores y lectoras
de una manera especial, no permitas que ninguno se pierda, en el nombre de
Jesús. Amén.
MENSAJE:
Me encanta la predicación
de Santiago, esta epístola es llamada los Proverbios del Nuevo Testamento.
Santiago tiene una particularidad
muy especial en la manera en que se dirige al público, ya sea dentro o fuera de
la iglesia.
Él no anda con rodeos, su
mensaje va directo, sin maquillaje ni paños tibios, Santiago expresa el mensaje
tal y como la circunstancia del momento lo amerita y no le importa lo que las
personas digan o le refuten, él le llama pan al pan y al vino le llama vino.
Incluso, Santiago se
desplazaba en ocasiones casa por casa, él no dejaba a nadie fuera de escuchar
el mensaje, y por eso usted lo veía en las calles hablándole directamente a los
oyentes.
Santiago esboza el tema
de los celos y nos deja muy claramente la descripción de los
“CELOS QUE MATAN”
Nos hace una introducción
del tema llamando celos amargos a los celos, porque no hay celos dulces, los
celos destruyen, son implacables, pero Santiago no se detiene en sólo decir que
los celos son amargos.
Ahora acompaña los celos
amargos con la contención en el corazón de los que lo escuchan y les decía que
no se sintieran orgullosos, que no se jactaran de eso.
Y nos exhorta a no
mentir, si en la vida de nosotros se presentan los celos, a sabiendas de que
esa sabiduría no desciende de lo alto, sino que es terrenal, diabólica, así de
sencillo nos lo expresa el apóstol, “PERO
SI TENÉIS CELOS AMARGOS Y CONTENCIÓN EN VUESTRO CORAZÓN, NO OS JACTÉIS, NI
MINTÁIS CONTRA LA VERDAD; PORQUE ESTA SABIDURÍA NO ES LA QUE DESCIENDE DE LO
ALTO, SINO TERRENAL, DIABÓLICA”, Santiago 3: 14-15.
No permitamos los celos,
no le demos paso.
Los celos corroen,
erosionan, abaten, acribillan, es por eso que tenemos que estar en la
consagración de este evangelio para que ninguna obra de la carne pueda
clavarnos las garras.
Permanezcamos en el fruto
del Espíritu Santo, en la cobertura de Dios y en la guianza de de Jesús.
Si no conoces a Jesús, corre
a Él, escapa por tu salvación, mañana puede ser tarde !!!
Dios te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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