LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Isaías 45: 22, “MIRAD A
MÍ, Y SED SALVOS, TODOS LOS TÉRMINOS DE LA TIERRA, PORQUE YO SOY DIOS, Y NO HAY
MÁS”.
Gracias Dios mío por tu
Palabra. Gracias por el aire que nos das, gracias por la vida, gracias por la
familia, gracias por todo lo que has hecho en nuestras vidas,
independientemente de lo que todavía no nos ha llegado, te seguimos alabando y
glorificando. Te presento los lectores y lectoras, intercedo por la vida de
cada uno de ellos, ten misericordia y cúbrelos con tu Gracia, en el nombre de
Jesús. Amén.
MENSAJE:
Existen miradas que
ejercen un lenguaje explícito.
Nunca olvido la mirada fulminante que mi madre
me flechaba, cuando se me ocurría una de mis travesuras, provocando en mí esa mirada, una sumisión automática o ser protagonista
principal de un castigo corporal aplicado (PELA) directamente al 75% de aquel cuerpecito que
era en mi adolescencia, porque era muy delgadito.
Por otro lado, existen
las miradas que muchas mujeres le dirigen a ese hombre que le cayó bien a
primera vista, y obviamente esa mirada conquistó la atención del caballero,
produciéndose una química de atracción mutua inevitable y que puede conducir al
inicio de una relación sentimental.
Todo esto nos indica que podemos
constatar y experimentar las
“MIRADAS QUE CAUTIVAN”
Pero en esta hora, Dios quiere que
fijes tu mirada en la fe, tal y como dice uno de mis coros preferidos: “UNA
MIRADA DE FE, UNA MIRADA DE FE, ES LA QUE PUEDE SALVAR AL PECADOR….”
El salmista fijó su mirada en el
santuario para ver el poder de Dios y su gloria, y para ello buscó a Jehová de
madrugada, “DIOS, DIOS MÍO ERES TÚ; DE MADRUGADA TE BUSCARÉ; MI ALMA TIENE SED
DE TI, MI CARNE TE ANHELA, EN TIERRA SECA Y ÁRIDA DONDE NO HAY AGUAS. PARA VER
TU PODER Y TU GLORIA, ASÍ COMO TE HE MIRADO EN EL SANTUARIO”, Salmos 63: 1-2.
Esa es la mirada que Dios quiere de tí
y de mí, una mirada puesta en el autor y consumador de la fe, “PUESTOS LOS OJOS
EN JESÚS, EL AUTOR Y CONSUMADOR DE LA FE, EL CUAL POR EL GOZO PUESTO DELANTE DE
ÉL SUFRIÓ LA CRUZ, MENOSPRECIANDO EL OPROBIO, Y SE SENTÓ A LA DIESTRA DEL TRONO
DE DIOS”, Hebreos 12: 2
Sabemos y estamos convencidos de que
no son tiempos normales los que vivimos, las señales son claras y precisas, el
reloj profético de Dios está casi marcando la medianoche, en la que el esposo
viene a buscar a su amada iglesia y la final trompeta está a punto de sonar.
Vamos a mirar a Dios,
nuestra salvación fue comprada a precio de Sangre, todos y todas vamos a mirar a Dios, “MIRAD
A MÍ, Y SED SALVOS, TODOS LOS TÉRMINOS DE LA TIERRA, PORQUE YO SOY DIOS, Y NO
HAY MÁS”, Isaías 45: 22.
Si no conoces a Jesús,
pon tu mirada en Él y ven a sus pies !!!
Dios te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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