LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Jeremías 1: 12, “Y ME
DIJO JEHOVÁ: BIEN HAS VISTO; PORQUE YO APRESURO MI PALABRA PARA PONERLA POR
OBRA”
Gracias Dios mío por tu Palabra. Gracias
por el aire que aún podemos respirar por tu Gracia y Misericordia. Te presento
los lectores y lectoras, obra milagros en sus vidas, contesta sus peticiones en
el tiempo tuyo Padre Amado y líbralos de todo mal, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE:
La palabra que sale de
nuestra boca tiene un poder que no podemos imaginar.
Esto lo hemos hablado en
otras ocasiones, pero Pablo le decía a los filipenses que no importaba
escribirles las mismas cosas, “POR LO DEMÁS, HERMANOS, GOZAOS EN EL SEÑOR. A MÍ
NO ME ES MOLESTO EL ESCRIBIROS LAS MISMAS COSAS, Y PARA VOSOTROS ES SEGURO”,
Filipenses 3: 1.
Usted no tiene idea del
efecto que tiene la palabra que dice a los que le rodean.
Debemos de tener mucho
cuidado con lo que le decimos a los niños, los podemos marcar para siempre,
negativa ó positivamente.
El mundo espiritual de
maldad escucha lo que hablamos, recordemos que el enemigo de las almas no es
omnisciente ni omnipresente, él se nutre de lo que los demonios le dicen acerca
de lo que hablamos.
Cuando hablamos estamos
declarando al mundo espiritual, por eso Dios nos exhorta hoy y nos dice acerca
de toda palabra ociosa que hablemos, “MÁS
YO OS DIGO QUE DE TODA PALABRA OCIOSA QUE HABLEN LOS HOMBRES, DE ELLA DARÁN
CUENTA EN EL DÍA DEL JUICIO”, Mateo 12: 36.
“HAY PODER EN LA PALABRA”
Es por eso que Dios está
apresurando su Palabra para que podamos ponerla por obra, “Y ME DIJO JEHOVÁ: BIEN
HAS VISTO; PORQUE YO APRESURO MI PALABRA PARA PONERLA POR OBRA”, Jeremías 1: 12.
Y la obra que podemos
tomar de esa Palabra es declararla.
Vamos a predicar, vamos a declarar la
Palabra de Dios, y de esa manera estamos sembrándola en los que nos oyen, “ASÍ
QUE LA FE ES POR EL OÍR, Y EL OÍR, POR LA PALABRA DE DIOS”, Romanos 10: 17.
Tan pronto hablas la
Palabra de Dios, ésta impacta los corazones, y entonces debemos orar por esa
persona para que el Espíritu Santo de Dios sea el que convenza de pecado,
juicio y justicia.
No podemos tratar de
convencer a los que nos oyen, quien convence es Dios. A veces los evangélicos
cometen el gran error de querer convencer a las personas, incluso tratando de
meterles miedo con el infierno y muchas cosas más, que no los van a convencer .
Es por eso que la Palabra
de Dios tiene el poder, no somos nosotros los que estamos llamados a forzar a
las personas, es el poder de Dios a través de esa Palabra lo que va a convencer
a las vidas.
Y finalmente, vamos a
tener muy en cuenta lo que hablamos, todo lo que hablamos tiene poder, poder
para restaurar o poder para demoler, poder para bendecir, poder para maldecir, y eso no debe ser así, "DE UNA MISMA BOCA PROCEDEN BENDICIÓN Y MALDICIÓN. HERMANOS MÍOS, ESTO NO DEBE SER ASÍ", Santiago 3: 10.
Ven a Él.
Dios te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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