LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Jeremías 3: 22, “CONVERTÍOS,
HIJOS REBELDES, Y SANARÉ VUESTRAS REBELIONES. HE AQUÍ NOSOTROS VENIMOS A TI,
PORQUE TÚ ERES JEHOVÁ NUESTRO DIOS”
Gracias Dios mío por tu Palabra. Gracias
por tu Gracia, porque sin ella no estuviéramos respirando. Perdona nuestras iniquidades,
nuestras debilidades, llévate toda escoria, toda inmundicia y quita toda piedra
de tropiezo de nuestro camino, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE:
La rebeldía del hombre es
tan antigua como la misma creación.
Dios ha venido tratando
con el hombre en las diferentes dispensaciones, tuvo que mandar el Diluvio, arder a Sodoma y Gomorra, en fin ha sido una lucha encarnizada que
Dios ha tenido que llevar con el hombre y su rebeldía.
De hecho lidió con la rebeldía de Israel, su pueblo escogido, la niña de sus ojos, y al final pospuso la redención de Israel.
Le permitió a
Israel endurecimiento en parte hasta que haya entrado la plenitud de los
gentiles, que es donde nos encontramos ahora en esta dispensación de la Gracia,
“PORQUE NO QUIERO, HERMANOS, QUE IGNORÉIS ESTE MISTERIO, PARA QUE NO SEÁIS
ARROGANTES EN CUANTO A VOSOTROS MISMOS: QUE HA ACONTECIDO A ISRAEL
ENDURECIMIENTO EN PARTE, HASTA QUE HAYA ENTRADO LA PLENITUD DE LOS GENTILES”,
Romanos 11: 25
La rebeldía continúa su
rumbo desenfrenado, sigue tan campante como el comercial aquel, sigue en sus
fueros indetenible, creciendo como bola de nieve.
Dios está dando los
toques finales de su diseño divino, tiene su estrategia bien definida en la
Biblia y está usando su lenguaje profético y claro, como una advertencia casi
final acerca de las
“REBELIONES DESBORDADAS”
Dios quiere sanar
nuestras rebeliones, tanto dentro, como fuera de la iglesia, “CONVERTÍOS, HIJOS
REBELDES, Y SANARÉ VUESTRAS REBELIONES. HE AQUÍ NOSOTROS VENIMOS A TI, PORQUE
TÚ ERES JEHOVÁ NUESTRO DIOS”, Jeremías 3: 22.
Es un llamado dramático
que Dios nos hace, porque somos muchos los que caemos en la rebeldía, en menor
o en mayor grado.
No es suficiente rasgar
nuestros vestidos, Dios quiere que rasguemos nuestros corazones, porque quiere
que nuestra conversión sea genuinamente interna.
Tenemos que convertirnos
de corazón, no como un ritual, ni una religión, Dios quiere una conversión
profunda, y es así cómo Él será misericordioso y clemente con cada uno de
nosotros.
Vamos a revisarnos
interiormente, y ver en qué estamos siendo rebeldes, porque Cristo está a las
puertas y Dios nos quiere preparados, para que no nos tome en rebeldía ese glorioso día en que la final
trompeta sonará, “RASGAD VUESTRO CORAZÓN, Y NO VUESTROS VESTIDOS, Y CONVERTÍOS
A JEHOVÁ VUESTRO DIOS; PORQUE MISERICORDIOSO ES Y CLEMENTE, TARDO PARA LA IRA Y
GRANDE EN MISERICORDIA, Y QUE SE DUELE DEL CASTIGO”, Joel 2: 13.
Vamos a pedirle fuerzas a Dios, porque con las nuestras no podemos erradicar nuestras rebeliones.
Si no conoces a Jesús, no
lo pienses más, ven a sus pies !!!
Cristo te ama y te llama!!!
Ven a Él !!!
Dios te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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