LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Filipenses 3: 7, “PERO
CUÁNTAS COSAS ERAN PARA MÍ GANANCIA, LAS HE ESTIMADO COMO PÉRDIDA POR AMOR DE
CRISTO”.
Gracias Dios mío por tu
Palabra. Gracias por tus misericordias que son nuevas todas las mañanas,
gracias por el aire que aún podemos respirar, gracias por todo lo que nos has
dado, como también te damos las gracias por las cosas que no hemos recibido. Te
presento los lectores y lectoras, toma dominio y control de sus vidas,
establece tu orden Padre amado en cada uno de ellos y ellas, en el nombre de
Jesús. Amén.
MENSAJE:
Los afanes diarios nos han hecho
pequeños esclavos del trabajo y del tiempo, debido a que las responsabilidades
financieras posan encima de nuestros hombros y obviamente son ineludibles,
tenemos que producir para poder subsistir.
Dios nos ha mandado a trabajar, esa
es una de las actividades inherentes a todos nosotros, si no trabajamos no
comemos, pero vemos muchas personas en un desenfreno por ganar y ganar, no se
conforman con lo que les da para vivir holgadamente, sino que entra lo que se
llama la codicia y el amor al dinero.
Se transforman en verdaderos esclavos
del dinero, y toda su vida gira en torno al dinero, ven al dinero como su dios
mamón.
En eso existen importantes segmentos
de la población en todos los estamentos, y no logran entender que no todo es
“GANANCIA”
En mi caso, cómo en el caso de
muchos, tuve mis momentos dorados de superabundancia económica, tuve al mismo
tiempo el carro deportivo descapotable, la camioneta doble cabina nueva, una
casa de tres niveles con 7 habitaciones, tres baños, piscina, patio español,
viajes a los Estados Unidos por lo menos
tres veces al año, fiestas, bebidas caras, comidas exquisitas, discotecas, no
sólo en mi país también en Puerto Rico.
Recuerdo que en Miami compré el DVD
Collection de los Carpenters (Karen Carpenter) por la suma de 35 dólares y
cuántos lujos usted pueda imaginarse.
Pero cuando vengo a Jesús me doy
cuenta que todo eso era pérdida, y creía que para mí era ganancia y lo que
hacían esas cosas, era que me separaban del amor de Cristo, Pablo lo estableció muy claro, “PERO CUÁNTAS COSAS ERAN PARA MÍ GANANCIA, LAS
HE ESTIMADO COMO PÉRDIDA POR AMOR DE CRISTO”, Filipenses 3: 7.
Jesús llenó mi vida, me quitó ese
mundo de vanidad que vivía y me hizo ver que aunque me gane el mundo no me
aprovecharía en nada si pierdo mi alma, y a eso Él vino a salvar mi alma, a
salvar tú alma, “PORQUE ¿QUÉ APROVECHARÁ AL HOMBRE, SI GANARE TODO EL MUNDO, Y
PERDIERE SU ALMA ¿ ¿O QUÉ RECOMPENSA DARÁ EL HOMBRE POR SU ALMA?”, Mateo 16: 26.
Esa es la exhortación que Dios nos da
en esta hora, busca primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo lo
demás te será añadido, diciéndolo parafreadamente de la Biblia, todo se queda,
lo único que podemos llevarnos es nuestra salvación.
Si no conoces a Jesús, estás a
tiempo, aún respiras, no lo pienses más, ven a Él !!!
Dios
te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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