LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Salmos 55: 17, “TARDE Y
MAÑANA Y A MEDIODIA ORARÉ Y CLAMARÉ, Y ÉL OIRÁ MI VOZ”.
Gracias Dios mío por tu
Palabra. Bendice los lectores y lectoras de una manera especial, glorifícate en
sus vidas, toma dominio y control de todas sus circunstancias, establece tu
orden en sus corazones, cúbrelos y llénalos de tu Gracia, ten misericordia,
líbralos de toda acechanza del maligno, llévate toda depresión, en el nombre de
Jesús. Amén.
MENSAJE:
Son muchas las cosas que
acontecen, las dificultades abundan, los problemas se acrecentan y la sed de
justicia es interminable.
El mundo se ha
convertido, en gran parte en un clamor, se clama justicia, se clama equidad, se
clama derechos, se clama calidad de vida en gran parte del planeta.
Y es que el gran abismo
que separa la clase pudiente de la más pobre es un abismo profundo por demás.
Los sistemas de vida en
una considerable parte de los países hacen que cada vez el rico se hace más
rico y el pobre más pobre, y eso no debe ser así, pero nuestro clamor se pierde
en el vacío, es cómo la voz que clama en el desierto.
E impotentes vemos esa
brecha tan odiosa que separa al rico del pobre, donde esta vida es tan corta.
Es tan lindo cuando
compartimos las bendiciones que Dios nos da, pero lo que vemos es totalmente
diferente, la gran mayoría, mientras más tiene, más quiere, así de sencillo.
Entonces lo que se
produce en el silencio inmutable de muchas personas es un
“CLAMOR A GRITOS”
Un clamor por más igualdad, por menos
discriminación, por más justicia, por más equidad social y económica.
Pero ese clamor se pierde en el
horizonte infinito de la maldad imperante en este mundo interesado, cruel y egoísta.
Pero Dios nos conmina a que le
clamemos a Él, esa es la gran diferencia en el mundo espiritual.
Si quieres ser escuchado a plenitud,
clama a Dios, ahí no hay sombra de variación ni distinción de personas, sólo
clama a Él, “CLAMA A MÍ, Y YO TE RESPONDERÉ, Y TE ENSEÑARÉ COSAS GRANDES Y
OCULTAS QUE TÚ NO CONOCES”, Jeremías 33: 3.
Lo importante es la fe.
Si tienes fe sobrenatural, y clamas con fe,
Dios lo primero que va a hacer es ver tu corazón y la sinceridad de tu clamor,
por eso es que tenemos que presentarnos limpios ante Él para clamarle.
El salmista tenía convicción, tenía
fe y por eso no dudaba en clamarle a Dios todo el tiempo, “TARDE Y MAÑANA Y A
MEDIODÍA ORARÉ Y CLAMARÉ, Y ÉL OIRÁ MI VOZ”, Salmos 55: 17.
No dejes que las circunstancias
alteren tu paz, clama, pero clama a Dios con fe sobrenatural y los resultados
serán visibles, podrás ver la misma gloria de Dios.
Las características de estos tiempos
duros y peligrosos nos tienen que motivar a creerle a Dios, a clamarle y a
entregarle todas nuestras batallas.
Si no conoces a Jesús, este
día lo hizo Dios para que vengas a los pies de Él, escapa por tu vida, ven a
Jesús.
Dios
te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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