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TÍTULO DEL MENSAJE DE HOY:
“CUANDO LA ESPERA SE REVISTE DE PACIENCIA”
LECTURA BÍBLICA: Salmo 40: 1, “PACIENTEMENTE ESPERÉ A JEHOVÁ, Y SE INCLINÓ A MÍ, Y OYÓ MI CLAMOR”
MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN:
Una de las situaciones más difíciles que tenemos que lidiar en nuestra vida cotidiana se llama La Espera.
Cuando usted tiene que esperar a alguien que no termina de llegar, esto se convierte en una especie de tortura.
Si usted quiere torturar a alguien, hágalo esperar.
En mi país, lamentablemente, la gran mayoría es impuntual a la hora de llegar a una hora específica. Por lo regular usted le dice a alguien que se van a encontrar a las 4: 00 P.M. y se aparece a las 4: 30 ó más tarde.
La espera desespera, pero si la espera es para bendición, obviamente debe combinarla con la paciencia y se constituye entonces en una virtud.
La espera es un don precioso.
Saber esperar es una condición que Dios nos está demandando en estos tiempos difíciles y peligrosos que nos ha tocado vivir, que son tiempos proféticos.
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El salmista combinó la espera con la paciencia, “PACIENTEMENTE ESPERÉ A JEHOVÁ, Y SE INCLINÓ A MÍ, Y OYÓ MI CLAMOR”, Salmos 40: 1.
Y es que Dios nos promete grandes cosas, si esperamos en Él, esa es la gran petición que Dios nos hace, para que podamos recibir nuevas fuerzas, para que podamos levantar alas como águilas, correr sin cansarnos y caminar sin fatigarnos, “PERO LOS QUE ESPERAN A JEHOVÁ TENDRÁN NUEVAS FUERZAS; LEVANTARÁN ALAS COMO ÁGUILAS; CORRERÁN Y NO SE CANSARÁN; CAMINARÁN, Y NO SE FATIGARÁN”, Isaías 40: 31.
Usted me dirá que desde que es niño está escuchando que Cristo viene y que no termina de venir por segunda vez, lo que pasa es que Dios está esperando pacientemente para darle la oportunidad al que todavía no se arrepiente, para que lo haga, obviamente, las señales nos dicen que Cristo está casi a las puertas, “EL SEÑOR NO RETARDA SU PROMESA, SEGÚN ALGUNOS LA TIENEN POR TARDANZA, SINO QUE ES PACIENTE PARA CON NOSOTROS, NO QUERIENDO QUE NINGUNO PEREZCA, SINO QUE TODOS PROCEDAN AL ARREPENTIMIENTO”, 2da. Pedro 3: 9.
Por eso es que no podemos desesperarnos, tenemos que esperar, Dios está ordenando a esperar en Él en todo tiempo, a todos los pueblos, al mismo tiempo nos conmina a derramar nuestros corazones delante de Él, nuestro único refugio, “ESPERAD EN ÉL EN TODO TIEMPO, OH PUEBLOS; DERRAMAD DELANTE DE ÉL VUESTRO CORAZÓN; DIOS ES NUESTRO REFUGIO”, Salmos 68: 8.
No se trata de esperar algo físico.
No se trata de esperar cosas que perecen, de lo que Dios nos habla es esperar en Él, esperar cielos nuevos y tierra nueva, donde los ladrones no pueden entrar, donde no hay llanto, ni dolor, ni lágrimas, ni muerte, “PERO NOSOTROS ESPERAMOS, SEGÚN SUS PROMESAS, CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA, EN LOS CUALES MORA LA JUSTICIA”, 2da. Pedro 3: 13.
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Debemos de ser diligentes para que seamos hallados sin mancha, irreprensibles, en paz, “POR LO CUAL, OH AMADOS, ESTANDO EN ESPERA DE ESTAS COSAS, PROCURAD CON DILIGENCIA SER HALLADOS POR ÉL SIN MANCHA E IRREPRENSIBLES, EN PAZ”, 2da. Pedro 3: 14.
Dios quiere que sigamos esperando en Él con paciencia, y así
“CUANDO LA ESPERA SE REVISTE DE PACIENCIA”
Entonces estaremos prestos a recibir las bendiciones que Dios nos ha prometido y por las cuales envió a su Hijo Unigénito y nos dejó su Espíritu Santo para que nos guíe hacia toda verdad y justicia, recorriendo con fe y paciencia este camino del evangelio de salvación.
“PACIENTEMENTE ESPERÉ A JEHOVÁ, Y SE INCLINÓ A MÍ, Y OYÓ MI CLAMOR”, Salmo 40: 1
Espera en Cristo pacientemente,
Él vuelve pronto,
Las señales están ante nuestros ojos,
Cristo te ama y te llama,
Ven a Él,
Dios te guarde,
Héctor Paula
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