viernes, 20 de mayo de 2011

"CUANDO SE SECAN LOS ARROYOS"


Foto por: corrientesopina.com.arg

LECTURA BÍBLICA DE HOY: Jeremías 2: 13,

PORQUE DOS MALES HA HECHO MI PUEBLO: ME DEJARON A MÍ, FUENTE DE AGUA VIVA, Y CAVARON PARA SÍ CISTERNAS, CISTERNAS ROTAS QUE NO RETIENEN AGUA”.

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN:

Me da mucha nostalgia cuando paso por ríos y arroyos que otrora eran fuentes corrientes de agua viva y hoy solo son recuerdos.

Hoy usted va por la autopista, y cuando pasa por algunos puentes, observará que lo que era un vistoso río ó arroyo, hoy solo se ve el recuerdo, pues la desertificación y la deforestación del hombre han diezmado las fuentes y las cuencas de los ríos y arroyos.

El panorama es bastante desolador.

Eso mismo está ocurriendo con hombres y mujeres de Dios, que antes eran cristianos de fuego, cristianos de oración, cristianos bautizados por el Espíritu Santo, pero que hoy el enemigo de las almas, como bombero audaz ha apagado ese fuego espiritual de tantos hermanas y hermanos.

Y lo que abundan hoy en día son los hermanitos que han dejado a Dios y dejaron la fuente de agua viva, cavando para ellos cisternas rotas, “PORQUE DOS MALES HA HECHO MI PUEBLO: ME DEJARON A MÍ, FUENTE DE AGUA VIVA, Y CAVARON PARA SÍ CISTERNAS, CISTERNAS ROTAS QUE NO RETIENEN AGUA”, Jeremías 2. 13.

Una cisterna rota representa al cristiano que ha dejado a Cristo.

Cuando usted trata de llenar una cisterna rota, las grietas que tiene provocan que toda el agua se salga inmediatamente.

Y esta es una representación de aquellos que se han dejado engañar del enemigo de las almas y se han apertrechado en los designios del mundo y en doctrinas de demonios.

Por más que se les predique la Palabra santa y perfecta de Dios, ésta les entra por una oreja y sale inmediatamente por la otra, rechazando los principios bíblicos, las ordenanzas y los mandamientos de Dios, tal y como sucede con las cisternas rotas.


Cuando el hombre de Dios es constante en la oración tiene el brillo de Jehová, ilumina santidad, emana luz, pero usted ve la gran diferencia de estos nuevos cristianos de nuevo cuño que, por abandonar la oración, la consagración y la santidad se les ha ido el brillo que Dios da, y lucen apagados.

Dios nos ha dado herramientas espirituales para que nuestra salvación no se vea afectada por situaciones y circunstancias urticantes que nos combaten a diario.

Siempre recuerdo a mi amada pastora Celeste Cedeño, mujer virtuosa de Jehová, cuando ella se refería al celo que siempre ha tenido por las cosas de Dios y una frase que me impresionó de ella, fue cuando un día dijo: “yo no vine a San Cristóbal a perder mi salvación, yo vine en procura de asegurarla”.

Dios quiere que mantengamos nuestra relación con Él, de manera que no fluctuemos en la fe, que nos mantengamos bajo la cobertura del Espíritu Santo y sobre todo le creamos, “EL QUE CREE EN MÍ, COMO DICE LA ESCRITURA, DE SU INTERIOR CORRERÁN RÍOS DE AGUA VIVA”, Juan 7: 38.

La esencia del verdadero culto a Jehová se ha contaminado en muchas congregaciones y se ha dado paso a falsas doctrinas y lo que vemos es un culto a la prosperidad y al dinero.

Otros se han ido en pos de intereses políticos-partidistas y se les ha ido la corriente de agua viva que es el bautismo del Espíritu Santo.

Es lamentable ver como se les han secado las corrientes de agua viva del Espíritu Santo a tanta gente. Y así mismo vemos lo que sucede

CUANDO SE SECAN LOS ARROYOS

Que solo quedan los recuerdos de que por ahí pasaban corrientes de agua viva.

Hay gente que solo tienen un pequeño chorrito, sin frutos, no le predican a nadie y viven el evangelio apagado de la pereza y el acomodamiento, con un pie en la iglesia y el otro en el mundo.

Pero en esta hora te digo que Dios está buscando hombres y mujeres dispuestos a tener en sus vidas las corrientes de agua viva del Espíritu Santo, para que sean como árboles plantados junto a corrientes de aguas.

Hombres y mujeres que den fruto a tiempo y que su hoja no caiga.

Hombres y mujeres de Dios que todo lo que hagan le prospere, “SERÁ COMO ÁRBOL PLANTADO JUNTO A CORRIENTES DE AGUAS, QUE DA SU FRUTO EN SU TIEMPO, Y SU HOJA NO CAE; Y TODO LO QUE HACE, PROSPERARÁ”, Salmos 1: 3.

Tú puedes serlo, yo puedo serlo. Tan solo seamos fieles a Dios, obedeciendo su Palabra y siendo hacedores de ella.

Vamos a pasar a ser cristianos de primera, cristianos llenos del poder de Dios y de la unción del Espíritu Santo, esa es nuestra fe.

Dios te guarde,

Héctor Paula

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