"TODA LÁGRIMA SE IRÁ"

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LECTURA BÍBLICA DE HOY: Isaías 25: 8

“DESTRUIRÁ A LA MUERTE PARA SIEMPRE; Y ENJUGARÁ JEHOVÁ EL SEÑOR TODA LÁGRIMA DE TODOS LOS ROSTROS; Y QUITARÁ LA AFRENTA DE SU PUEBLO DE TODA LA TIERRA; PORQUE JEHOVÁ LO HA DICHO”

Clamamos a Dios para que este mensaje ministre la vida de cada lector de este blog, que la paz de Jesucristo abunde en nuestros corazones y que se lleve toda impureza de nuestras vidas, en el nombre de Jesús. Amén

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN:

Tenemos en primer plano tres promesas que Dios nos da en esta Palabra de hoy

1ra.-DESTRUIRÁ A LA MUERTE PARA SIEMPRE.

2da.-ENJUGARÁ TODA LÁGRIMA.

3ra.-QUITARÁ LA AFRENTA DE SU PUEBLO DE TODA LA TIERRA.

Y son promesas tangibles que Él nos hace en esta hora, porque Jehová lo ha dicho, y si Él lo dice son promesas reales porque Dios no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para que se arrepienta, “DIOS NO ES HOMBRE, PARA QUE MIENTA, NI HIJO DE HOMBRE PARA QUE SE ARREPIENTA. EL DIJO, ¿Y NO HARÁ? HABLÓ, ¿Y NO LO EJECUTARÁ?", Número 23: 19.

La primera promesa que Dios nos da es que destruirá a la muerte para siempre.

Esto lo hizo cuando envió a su Hijo Unigénito, el cual murió por nosotros para resucitar al tercer día y garantizar que la muerte no se podría enseñorear de su iglesia, de los que aceptaron a Cristo en sus Corazones, se lo dijo a Pedro cuando le afirmaba que la iglesia iba a ser edificada sobre la roca, que es el mismo Jesucristo, no Pedro, “Y YO TAMBIÉN TE DIGO, QUE TÚ ERES PEDRO, Y SOBRE ESTA ROCA EDIFICARÉ MI IGLESIA; Y LAS PUERTAS DEL HADES NO PREVALECERÁN CONTRA ELLA”, Mateo 16: 18.

En Cristo, la muerte queda destruida para siempre, porque Él tiene las llaves de la muerte y del infierno, “Y EL QUE VIVO, Y ESTUVE MUERTO; MAS HE AQUÍ QUE VIVO POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, AMÉN. Y TENGO LAS LLAVES DE LA MUERTE Y DEL HADES”, Apocalipsis 1: 18.

La segunda promesa es que enjugará toda lágrima.

Los tiempos que vivimos son tiempos donde la violencia, la delincuencia, los robos, los crímenes, los secuestros han acaparado el ambiente cotidiano, provocando lágrimas.

La crisis económica ha tocado a la gran mayoría.

Los problemas conductuales, las relaciones entre parejas, padres- hijos, los accidentes y las muertes, sumado a otros factores han hecho derramar muchas lágrimas.

Aquí en el mundo siempre tendremos lágrimas, Cristo nos da la fuerza para resistir.

Cuando lleguemos a la tierra prometida Dios enjugará toda lágrima, porque allí no habrá muerte, ni llanto, “ENJUGARÁ DIOS TODA LÁGRIMA DE LOS OJOS DE ELLOS; Y YA NO HABRÁ MUERTE, NI HABRÁ MÁS LLANTO, NI CLAMOR, NI DOLOR; PORQUE LAS PRIMERAS COSAS PASARON”, Apocalipsis 21: 4.

La tercera promesa consiste en que Dios quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra, y la afrenta constituye el oprobio, la vergüenza, la injuria, la deshonra, producidos obviamente por el pecado y la desobediencia, traducido en la septuaginta.

Antiguamente se sacrificaban corderos, machos cabríos, palomillos, y otros sacrificios para cubrir el pecado del hombre. Pero esto no era suficiente, era necesario que Dios enviara el Cordero Perfecto que quita el pecado del hombre, por eso Juan el bautista, lo manifestó claramente cuando Jesús se acercaba a él, “EL SIGUIENTE DÍA VIO JUAN A JESÚS QUE VENÍA A ÉL, Y DIJO: HE AQUÍ EL CORDERO DE DIOS, QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO”, Juan 1: 29.

Estas son las promesas que Dios nos ha traído en este mensaje de hoy.

No puedes seguir rechazando la oportunidad que el Señor te brinda en esta hora.

Fíjate que hasta te promete que

“TODA LÁGRIMA SE IRÁ”

En aquel lugar en que pisaremos calles de oro y mar de cristal.

Esta es nuestra fe: Cristo vive.

Le servimos a un Dios vivo y de poder que quiere hacer el milagro en tu vida, en tu familia, en tu enfermedad, en tu dolor, en tu ministerio.

La reflexión está definida, “DESTRUIRÁ A LA MUERTE PARA SIEMPRE; Y ENJUGARÁ JEHOVÁ EL SEÑOR TODA LÁGRIMA DE TODOS LOS ROSTROS; Y QUITARÁ LA AFRENTA DE SU PUEBLO DE TODA LA TIERRA; PORQUE JEHOVÁ LO HA DICHO”, Isaías 25: 8

Esta debe ser nuestra fe.

Cristo viene pronto.

Ven a Él, escapa por tu vida.

Dios te guarde,

Héctor Paula