lunes, 21 de noviembre de 2011

"SABER SEPARAR"


Foto por: forosperu.net

LECTURA BÍBLICA DE HOY: Daniel 1: 8,

Y DANIEL PROPUSO EN SU CORAZÓN NO CONTAMINARSE CON LA PORCIÓN DE LA COMIDA DEL REY, NI CON EL VINO QUE ÉL BEBÍA; PIDIÓ, POR TANTO, AL JEFE DE LOS EUNUCOS QUE NO LE OBLIGASE A CONTAMINARSE

Gracias Dios mío por tu Palabra, gracias por esta nueva semana, haz que esta palabra penetre en los corazones y que ella ministre la vida de cada lector, de cada lectora. Reprende al hombre fuerte y háblanos con poder en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN:

Como estamos en el mundo y aún no tenemos cuerpos glorificados, los cristianos tenemos que interactuar con el mundo.

En el mundo es que vivimos, obviamente el mandato que tenemos es que estamos en el mundo, pero no somos del mundo, “SI FUERAIS DEL MUNDO, EL MUNDO AMARÍA LO SUYO; PERO PORQUE NO SOIS DEL MUNDO, ANTES YO OS ELEGÍ DEL MUNDO, POR ESO EL MUNDO OS ABORRECE”, Juan 15: 19.

¿Qué es lo que nos queda?, saber separar las cosas del mundo de las cosas de Dios, y de esta manera darle al mundo lo que es del mundo y a Dios lo que es de Dios, tal y como Jesús se lo dijo a los fariseos, “LE DIJERON: DE CÉSAR. Y LES DIJO: DAD, PUES, A CÉSAR LO QUE ES DE CÉSAR, Y A DIOS LO QUE ES DE DIOS”, Mateo 22: 21.

Entónces podemos estudiar, trabajar, compartir, pero sin ligarnos en sus pasiones y carnalidades.

Daniel estaba en el palacio del rey, pero no permitió ligarse a las delicias del glamour, no quería contaminarse con lo que le pertenecía al rey, así mismo nosotros no podemos contaminarnos con las cosas del mundo, “Y DANIEL PROPUSO EN SU CORAZÓN NO CONTAMINARSE CON LA PORCIÓN DE LA COMIDA DEL REY, NI CON EL VINO QUE ÉL BEBÍA; PIDIÓ, POR TANTO, AL JEFE DE LOS EUNUCOS QUE NO LE OBLIGASE A CONTAMINARSE”, Daniel 1: 8.

El mundo nos brinda muchas delicias, muchas porciones de la comida del rey, pero en esta hora Dios nos está ordenando a que no nos contaminemos con las exquisiteces del mundo, porque esto nos separa paulatinamente de la unción y de la comunión con el Espíritu Santo de Dios.

Mucho cuidado con unirnos en yugo desigual. Muchas jovencitas cristianas son asediadas por mundanos incrédulos, presentándoles villas y castillas.

El cristiano jamás puede unirse en una relación de noviazgo ni de matrimonio con un mundano ó mundana, “NO OS UNÁIS EN YUGO DESIGUAL CON LOS INCRÉDULOS; PORQUE ¿QUÉ COMPAÑERISMO TIENE LA JUSTICIA CON LA INJUSTICIA? ¿Y QUÉ COMUNIÓN LA LUZ CON LAS TINIEBLAS?”, 2da. Corintios 6: 14.

Muchas han caído en la trampa, dizque para llevar el incrédulo a la iglesia, pero en la generalidad de los casos es ella la que se va al mundo, y qué triste es esto para Dios, esto no puede ser.

Tenemos una cantidad inmensa de cristianos de la secreta, aquellos que llevan una vida mundana en su trabajo, en la escuela, en la universidad, en la calle, porque se han dejado arrastrar a las cosas mundanas, viendo cosas que no deber ver, oyendo cosas que no deben oír, tocando cosas que no deben tocar, y hablando cosas que no deben hablar.

Pero Dios nos está conminando a que no nos convirtamos a ellos, sino que ellos se conviertan a nosotros, dando ejemplo y testimonio de que somos evangélicos, que somos luz en medio de las tinieblas, “POR TANTO, ASÍ DIJO JEHOVÁ: SI TE CONVIRTIERES, YO TE RESTAURARÉ, Y DELANTE DE MI ESTARÁS; Y SI ENTRESACARES LO PRECIOSO DE LO VIL, SERÁS COMO MI BOCA. CONVIÉRTANSE ELLOS A TI, Y TÚ NO TE CONVIERTAS A ELLOS”, Jeremías 15: 19.

Los tiempos están duros y peligrosos. Todo indica que Cristo está a las puertas y es en este tiempo que el cristiano debe y tiene que

SABER SEPARAR

Separar lo que es del mundo de lo que es de Dios, y poder llevar una vida de plenitud en Cristo Jesús, orando y clamando en todo tiempo.

Muchos cristianos están siendo derribados, no permitas que un diablo sucio te quite tu bendición, tienes una alma preciosa que salvar.

Y a ti que no conoces a Jesús, es tiempo de abrir tus ojos y te conviertas a la luz de Cristo, “PARA QUE ABRAS SUS OJOS, PARA QUE SE CONVIERTAN DE LAS TINIEBLAS A LA LUZ, Y DE LA POTESTAD DE SATANÁS A DIOS; PARA QUE RECIBAN, POR LA FE QUE ES EN MÍ, PERDÓN DE PECADOS Y HERENCIA ENTRE LOS SANTIFICADOS”, Hechos 26: 18.

Cuántas hermosas promesas.

Ven a Cristo,

Dios te guarde,

Héctor Paula

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