miércoles, 7 de diciembre de 2011

"CUANDO NOS TUMBAN EL PULSO"


Foto por: tutudetul.blogspot.com

LECTURA BÍBLICA DE HOY: 1ra. Corintios 6: 12,

TODAS LAS COSAS ME SON LÍCITAS, MAS NO TODAS CONVIENEN; TODAS LAS COSAS ME SON LÍCITAS, MAS YO NO ME DEJARÉ DOMINAR DE NINGUNA

Gracias Dios mío, mi alma te anhela, en tierra seca y árida y así alabarte. Bendice a los lectores y lectoras, glorifícate en la vida de cada uno de ellos y de ellas. Reprende al hombre fuerte y háblanos en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN:

Siendo niños jugábamos a menudo tumbándonos el pulso, que consistía en tomarnos del brazo en una superficie plana y el que tuviera más fuerza le doblaba el brazo al contrario.

En los Estados Unidos esto es un deporte y podemos ver competencias de hombres musculosos para participar en lo que hemos llamado tumbarle el pulso al otro.

En el orden espiritual tenemos una situación similar.

Los cristianos cada día libramos diferentes batallas con tal de que satanás no nos tumbe el pulso, lo cual solo podemos lograr en el nombre de Jesucristo, porque por nosotros mismos jamás podremos competir.

Inmediatamente un cristiano, una cristiana se descuida espiritualmente, el enemigo de las almas no escatimará esfuerzos para tumbarle el pulso y vencerlo, vencerla.

Es por eso que Dios en esta hora nos está dando la voz de alarma, porque tenemos un enemigo que no duerme en su afán por tumbarnos el pulso, y si no lo cree pregúntele a la cantidad de cristianos, cristianas que han sido destruidos y se han ido al mundo.

Hoy tenemos esta Palabra que nos da las fuerzas para continuar y no dejarnos destruir, no dejarnos tumbar el pulso, “PERSEGUIDOS, MAS NO DESAMPARADOS; DERRIBADOS, PERO NO DESTRUIDOS”, 2da. Corintios 4: 9.

En Cristo estamos seguros, aún en valle de sombra de muerte, Él estará siempre con nosotros, “AUNQUE ANDE EN VALLE DE SOMBRA DE MUERTE, NO TEMERÁ MAL ALGUNO, PORQUE TÚ ESTARÁS CONMIGO; TU VARA Y TU CALLADO ME INFUNDIRÁN ALIENTO”, Salmos 23: 4.

¿Usted sabe qué es lo que está pasando?,

Que muchos cristianos y cristianas, están viendo cosas que no deben de ver, están hablando cosas que no deben de hablar, están oyendo cosas que no deben oír, están caminando en caminos que no deben de caminar, y ahí es que se enlodan.

Las tentaciones siempre nos van a llegar.

Esto es una lucha sin cuartel, es una guerra fría pero implacable, donde solamente los que estemos asidos de esta Palabra podremos vencer en el nombre poderoso de Jesús.

Ya no podemos seguir como antes, hemos sido lavados con la Sangre de Cristo, “Y ESTO ERAIS ALGUNOS; MAS YA HABÉIS SIDO LAVADOS, YA HABÉIS SIDO SANTIFICADOS, YA HABÉIS SIDO JUSTIFICADOS EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESÚS, Y POR EL ESPÍRITU DE NUESTRO DIOS”, 1ra. Corintios 6: 11.

Muchos están viviendo una vida alejada de esta Palabra y esto no puede seguir, el reino de Dios no consiste en palabritas huecas, esto no es un jueguito de religión, el evangelio es poder de Dios, “PORQUE EL REINO DE DIOS NO CONSISTE EN PALABRAS, SINO EN PODER”, 1ra. Corintios 4: 20.

Y es hora de que nos pongamos en plena sintonía con la Biblia porque

CUANDO NOS TUMBAN EL PULSO

Entonces seremos derrotados y el Señor no quiere que ni tú ni yo seamos derrotados, antes al contrario que seamos victoriosos en Cristo Jesús.

Andemos con el cuidado de Jesús, no somos cualquier cosa, hemos sido comprados por precio, glorifiquemos a Dios en nuestro cuerpo y espíritu, “PORQUE HABÉIS SIDO COMPRADOS POR PRECIO; GLORIFICAD, PUES, A DIOS EN VUESTRO CUERPO Y EN VUESTRO ESPÍRITU, LOS CUALES SON DE DIOS”, 1ra. Corintios 6: 20.

Nos encontramos en los postreros tiempos, esto no es cuento ni fábula, es una realidad que todos la podemos ver con el acontecer mundial.

No podemos permitir que un diablo sucio nos tumbe el pulso, “TODAS LAS COSAS ME SON LÍCITAS, MAS NO TODAS CONVIENEN; TODAS LAS COSAS ME SON LÍCITAS, MAS YO NO ME DEJARÉ DOMINAR DE NINGUNA”, 1ra. Corintios 6: 12.

Declárate en victoria en Cristo Jesús,

Declárate sano en el nombre de Jesús,

Declárate sana en el nombre de Jesús.

Dios te guarde,

Héctor Paula

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