"OÍDOS DESDE EL CIELO"

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LECTURA BÍBLICA DE HOY: 1ra. Juan 5: 14,

“Y ESTA ES LA CONFIANZA QUE TENEMOS EN ÉL, QUE SI PEDIMOS ALGUNA COSA CONFORME A SU VOLUNTAD, ÉL NOS OYE. Y SI SABEMOS QUE ÉL NOS OYE EN CUALQUIERA COSA QUE PIDAMOS, SABEMOS QUE TENEMOS LAS PETICIONES QUE LE HAYAMOS HECHO”.

Gracias Dios mío por tu Palabra, gracias por las bendiciones, gracias por la fe que nos has dejado como herencia en Cristo Jesús. Te presento a los lectores y lectoras, glorifícate en sus vidas, reprende todo plan de las tinieblas y háblanos en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN *** SERMÓN:

En medio de la vorágine, la violencia y la incertidumbre que vive el mundo hoy en día, muchas veces pedimos que nos escuchen y no nos oyen.

La mayoría de las personas con que hablamos solo capta una mínima parte de lo que le queremos expresar, porque existe una tendencia natural en el ser humano de no saber oír con atención a los demás.

Te oyen con atención si lo que hablas corresponde a un interés particular de la otra persona.

Por lo regular nos escuchan, pero no nos oyen. Hay una especie de egocentrismo que las personas se ocupan más de su yo, luego de su yo y más tarde de su yo.

Se ha perdido la confianza en el hombre.

Es por eso que debemos de poner nuestra confianza en Dios, porque el hombre, la mujer nos fallan, “ASÍ HA DICHO JEHOVÁ: MALDITO EL VARÓN QUE CONFÍA EN EL HOMBRE, Y PONE CARNE POR SU BRAZO, Y SU CORAZÓN SE APARTA DE JEHOVÁ”, Jeremías 17: 5.

El afán del diario vivir nos arropa, pero Dios en esta hora nos está ordenando a que no estemos afanosos, sino que sean conocidas nuestras peticiones delante de Él, “POR NADA ESTÉIS AFANOSOS, SINO SEAN CONOCIDAS VUESTRAS PETICIONES DELANTE DE DIOS EN TODA ORACIÓN Y RUEGO, CON ACCIÓN DE GRACIAS”, Filipenses 4: 6.

Cuando oramos a Dios con ruego y acción de gracias, Él nos escucha, esta es la promesa, lo que pasa es que en la mayoría de los casos no sabemos pedirle.

La crisis nos ha tocado de una manera o de otra, en mayor o en menor grado.

Es tiempo de invocar a Dios, porque Él nos oirá e inclinará hacia nosotros su oído, “YO TE HE INVOCADO, POR CUANTO TÚ ME OIRÁS, OH DIOS; INCLINA A MÍ TU OÍDO, ESCUCHA MI PALABRA”, Salmos 17: 6.

No importa que no quieran escucharte, Dios conoce tu interior, escudriña tu corazón y sabe tus angustias y necesidades.

Por eso, te dice en estos momentos que estás pasando, que Él tiene

“OÍDOS DESDE EL CIELO”

Dios quiere escucharte, quiere oír tus oraciones, pero debes comenzar a orar.

Debes comunicarte con rogativas, con lágrimas.

Dios te exhorta a que pongas tu confianza en Él, y te dice que si pedimos algo conforme a su voluntad, Él estará dispuesto a oírte.

Pero es conforme a la voluntad de Dios, no conforme a nuestra voluntad.

Inmediatamente nos encontramos en plena comunión con Dios, estamos completamente seguros que nos oirá desde los cielos cualquier cosa que le pidamos, sabiendo que tenemos las peticiones que le hacemos a diario, “Y ESTA ES LA CONFIANZA QUE TENEMOS EN ÉL, QUE SI PEDIMOS ALGUNA COSA CONFORME A SU VOLUNTAD, ÉL NOS OYE. Y SI SABEMOS QUE ÉL NOS OYE EN CUALQUIERA COSA QUE PIDAMOS, SABEMOS QUE TENEMOS LAS PETICIONES QUE LE HAYAMOS HECHO”, 1ra. Juan 5: 14.

Es la gran promesa que tenemos cuando ponemos nuestra confianza en Jesús.

Cristo te ama y te llama

Ven a Él,

Dios te guarde,

Héctor Paula