lunes, 23 de julio de 2018

"RUMBO A LA PACIENCIA"



LECTURA BÍBLICA DE HOY:

2da. Tesalonicenses 3: 5, “Y EL SEÑOR ENCAMINE VUESTROS CORAZONES AL AMOR DE DIOS, Y A LA PACIENCIA DE CRISTO”.

Gracias Dios mío por tu Palabra. Te presento los lectores y lectoras, glorifícate abundantemente sobre ellos, haz el milagro en sus vidas, convéncelos de pecado, juicio y justicia, háblales en el silencio de la noche, líbralos de todo mal, en el nombre de Jesús, Amén.

MENSAJE: 

La paciencia es un don de Dios, no es cualquier cosa, es un estado anímico y emocional que nos provoca ansiedad y expectativa sobre algo que esperamos.

La cotidianidad del diario vivir nos ha llevado a una vida muy rutinaria, dónde estamos sumergidos en el trabajo, en los estudios, en todo lo que debemos hacer para suplir las necesidades propias y las de los que nos rodean.

En medio del trajinar diario, se nos presentan situaciones en las que esperamos algo, y ese algo reviste mucha importancia, pero no llega, entonces nuestra capacidad de espera se agota y entramos en lo que se llama la impaciencia.

Dios lo ha diseñado todo, y nos ha dado las herramientas espirituales para enfrentar lo imprevisto, lo que escapa a nuestra voluntad, y nos ha mostrado cómo ir

“RUMBO A LA PACIENCIA”

Dios nos dice la clave para encaminar nuestros corazones a la paciencia de Cristo, “Y EL SEÑOR ENCAMINE VUESTROS CORAZONES AL AMOR DE DIOS, Y A LA PACIENCIA DE CRISTO”, 2da. Tesalonicenses 3: 5.

Y es que la paciencia es un estado definido al cual hay que alcanzar, la paciencia es cómo una meta, no es algo que tenemos disponible cuando la queramos a voluntad, la paciencia hay que pedirla, hay que procurarla con diligencia, y lo más importante pedírsela a Dios.

Son muchas las cosas que se nos presentan, y Dios nos ha dado la paciencia para que se la pidamos, para que se la pidamos en los momentos difíciles.

Vamos a esperar pacientemente, así como el salmista lo hizo, “PACIENTEMENTE ESPERÉ A JEHOVÁ, Y SE INCLINÓ A MÍ, Y OYÓ MI CLAMOR”, Salmos 40: 1.

Con esa fe, debemos pedirle paciencia a Dios, y esperar en el tiempo de Él, vamos a orar más, vamos a ayunar más, vamos a sumergirnos más en este evangelio de Jesucristo y Dios nos va a dar la paciencia.

Si no conoces a Jesús, hoy es el día que hizo Jehová para que tomes la decisión más importante de tu vida, ven a Él !!!

Dios te bendiga !!!

Héctor Paula.
Para la Gloria de Dios

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