lunes, 16 de julio de 2018

"SER ESCUCHADO"



LECTURA BÍBLICA DE HOY:

Salmos: 116 1-2, “AMO A JEHOVÁ, PUES HA OÍDO MI VOZ Y MIS SÚPLICAS; PORQUE HA INCLINADO A MÍ SU OÍDO; POR TANTO, LE INVOCARÉ EN TODOS MIS DÍAS”.

Gracias Dios mío por tu Palabra. Perdona nuestras iniquidades, nuestras debilidades, ayúdanos a perseverar, danos las fuerzas para no desmayar en la mitad del camino, aumenta nuestra fe cada día más, unge nuestras rodillas y haznos propicios ante tu presencia para alcanzar tu oportuno socorro, en el nombre de Jesús, Amén.

MENSAJE:  

Nos encontramos en un tiempo en que ser escuchado es un acto milagroso, es cómo algo que pasó a la historia, es cómo una utopía, un sueño.

Fuera de toda exageración, la inmensa mayoría no escucha a la persona que le habla, porque la tecnología del internet, las redes sociales y el celular han creado una sociedad muy parecida a la isla de los zombies.

Pero aparte de que las personas están en su gran mayoría ensimismadas en lo de ellos propios, no les interesan escucharte, tú le hablas a alguien y no terminas de expresarle algo, cuándo ya te están hablando de ellos y no te dejan casi terminar de hablar.

Esta situación la veo a diario, la gente no quiere escuchar al otro, es una patología que se ha esparcido en casi todo el planeta.

Para una persona escucharte adecuadamente y con la atención que requiere una conversación en la que hay que saber escuchar al otro, tiene que ser una persona con un alto grado de educación y de fundamento espiritual profundo.

A lo mejor ustedes creen que estoy siendo muy drástico, pero por favor piensen y mediten por ustedes mismos las veces que les ha pasado , es difícil encontrar a alguien que te escuche atentamente, eso es una amarga y triste realidad.

A veces pienso que

“SER ESCUCHADO”

Se ha esfumado de la faz de la tierra. Me refiero a ser escuchado de verdad, porque por lo general no te ponen la debida atención.

A diferencia de los hombres, Dios sí te escucha.

Dios está siempre presto a escucharte, a oírte porque Él está atento a tu vida, Él tiene un diseño especial para ti y para mí, lo que pasa es que a veces se nos olvida, por los afanes diarios.

Es hora de entender eso. 

Es hora de orar más, porque Dios está esperando nuestras súplicas, nuestra voz,  “AMO A JEHOVÁ, PUES HA OÍDO MI VOZ Y MIS SÚPLICAS; PORQUE HA INCLINADO A MÍ SU OÍDO; POR TANTO, LE INVOCARÉ EN TODOS MIS DÍAS”, Salmos: 116 1-2.

Si no conoces a Jesús, Él tiene los brazos abiertos esperando por tí, para abrazarte en su regazo y llevar tu carga, ven a Jesús en esta hora !!!

Dios te bendiga !!!

Héctor Paula.
Para la Gloria de Dios

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