"ESPERA SILENCIOSA"

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LECTURA BÍBLICA DE HOY: Lamentaciones 3: 24-26,

“MI PORCIÓN ES JEHOVÁ, DIJO MI ALMA; POR TANTO EN ÉL ESPERARÉ. BUENO ES JEHOVÁ A LOS QUE EN ÉL ESPERAN, AL ALMA QUE LE BUSCA. BUENO ES ESPERAR EN SILENCIO LA SALVACIÓN DE JEHOVÁ”.

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN:

A Dios le agrada que esperemos silenciosamente los milagros, las promesas y los pactos que nos ha ofrecido en su Palabra Santa y perfecta.

Cuando Elías esperaba en una cueva, para tener un encuentro con Jehová fuera de la cueva, no vio el milagro en un poderoso viento que rompía los montes, Jehová no estaba allí.


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Tampoco Elías vio a Jehová en un terremoto que vino después del viento, Jehová tampoco estaba en el terremoto.

Pero tampoco lo vio en un fuego que se produjo luego del terremoto, Jehová no estaba en el fuego.

Luego del fuego vino un silbo apacible y delicado y ahí se produjo el milagro de tener el encuentro con Jehová. En el silbo apacible y delicado estaba Jehová, “Y TRAS EL TERREMOTO UN FUEGO; PERO JEHOVÁ NO ESTABA EN EL FUEGO. Y TRAS EL FUEGO UN SILBO APACIBLE Y DELICADO. Y CUANDO LO OYÓ ELÍAS, CUBRIÓ SU ROSTRO CON SU MANTO, Y SALIÓ, Y SE PUSO A LA PUERTA DE LA CUEVA. Y HE AQUÍ VINO A ÉL UNA VOZ, DICIENDO: ¿QUÉ HACES AQUÍ, ELÍAS?” 1 Reyes 19: 12-13.


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Será en el silbo apacible y delicado que Dios se glorificará en ese problema, en esa enfermedad, en esa deuda, no es en el tumulto del viento de la vida, no es en los sacudiones del terremoto de los problemas, no es en el fuego de las tribulaciones-

Cuando estés en el silencio, en el silbo apacible y delicado, el Señor va a actuar, porque habrá visto la humillación de tu corazón.

Estamos rodeados de muchos vientos espirituales, de muchos terremotos espirituales, de mucho fuego espiritual, de muchos ataques, pero es necesario esperar silenciosamente, en el silbo apacible ese milagro que tanto esperas.

Jerusalén se encontraba destruida, y el profeta llorón Jeremías lamentaba el panorama en que había quedado toda Judá.


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Y nos dejó plasmando en el libro de las Lamentaciones del Profeta una panorámica de como quedó la ciudad producto del pecado y la desobediencia, tal y como está la humanidad hoy en día, “PECADO COMETIÓ JERUSALÉN, POR LO CUAL ELLA HA SIDO REMOVIDA; TODOS LOS QUE LA HONRABAN LA HAN MENOSPRECIADO, PORQUE VIERON SU VERGÜENZA; Y ELLA SUSPIRA, Y SE VUELVE ATRÁS”, Lamentaciones 1: 8.

Me imagino lo compungido y triste que se encuentra Dios en este momento, al ver una humanidad tan esclavizada de la tecnología, y cada vez más alejada de los preceptos bíblicos, dando paso a sus pasiones desordenadas y a su independencia de las cosas de Dios.


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Tal y como Jeremías se lamentaba y lloraba el estado en que se encontraba Jerusalén, así mismo Dios lamenta y llora lo que ocurre con el hombre de hoy que ha desafiado a Dios y construye su torre de Babel, construye su propio derrotero.

Pero Dios ha tenido misericordia y todavía no ha desatado los juicios apocalípticos sobre esta humanidad, porque Él ha tenido paciencia para con nosotros, no queriendo que ninguno se pierda, sino que procedan al arrepentimiento, “EL SEÑOR NO RETARDA SU PROMESA, SEGÚN ALGUNOS LA TIENEN POR TARDANZA, SINO QUE ES PACIENTE PARA CON NOSOTROS, NO QUERIENDO QUE NINGUNO PEREZCA, SINO QUE TODOS PROCEDAN AL ARREPENTIMIENTO”, 2 Pedro 3: 9.

Es hora de entender el momento histórico-profético que vivimos en la actualidad. Este no es un tiempo normal, las cosas van de mal en peor.


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El tiempo transcurre indetenible e implacable. El misterio de la muerte ha hecho una madeja de conjeturas, miedos e incertidumbres en gran parte de la humanidad, pero en esta hora Dios quiere despejar todas tus dudas.

Por eso envió a su Hijo al mundo para liberarte de tus prisiones, para llevar tus pecados y hacer de ti una nueva criatura, fortalecido, victorioso y sobre todo experimentando el gozo de la salvación.


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Pero hay que esperar en silencio.

Tan pronto vienes a Cristo y obedeces los principios, estatutos y preceptos de la Palabra de Dios, entonces Él te dará la paz, te dará la paciencia y pondrá en ti

“UNA ESPERA SILENCIOSA”

Tenemos que darle nuestra porción a Jehová, desde nuestras almas.

Jehová es bueno para los que en Él esperan, es bueno para el alma que le busca, por eso es bueno esperar en el silencio la salvación que Él nos ofrece, “MI PORCIÓN ES JEHOVÁ, DIJO MI ALMA; POR TANTO EN ÉL ESPERARÉ. BUENO ES JEHOVÁ A LOS QUE EN ÉL ESPERAN, AL ALMA QUE LE BUSCA. BUENO ES ESPERAR EN SILENCIO LA SALVACIÓN DE JEHOVÁ”, Lamentaciones 3: 24-26.


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Espera en silencio, es tiempo de esperar en Dios en silbo apacible, en el silencio de la madrugada.

Espera en Él y te aseguro que escuchará tu clamor,

Dios te guarde,

Héctor Paula