"PUERTAS ROTAS"

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LECTURA BÍBLICA DE HOY: 2 Crónicas 29: 3,

“EN EL PRIMER AÑO DE SU REINADO, EN EL MES PRIMERO, ABRIÓ LAS PUERTAS DE LA CASA DE JEHOVÁ, Y LAS REPARÓ”

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN:

Ezequías comenzó a reinar en Jerusalén, haciendo lo recto ante los ojos de Jehová, “E HIZO LO RECTO ANTE LOS OJOS DE JEHOVÁ, CONFORME A TODAS LAS COSAS QUE HABÍA HECHO DAVID SU PADRE”, 2 Crónicas 29: 2.

El llamado que Dios nos hace es hacer lo recto ante sus ojos y obviamente la humanidad está muy alejada de este principio fundamental, sin el cual nadie podrá ver al Señor, “SEGUID LA PAZ CON TODOS, Y LA SANTIDAD, SIN LA CUAL NADIE VERÁ AL SEÑOR”, Hebreos 12: 14.


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Para llegar a esa condición de santidad, es necesario que vengas a los pies de Cristo.

Nadie puede llegar por sí solo a agradar a Dios, que no sea a través de Jesucristo, “PORQUE HAY UN SOLO DIOS, Y UN SOLO MEDIADOR ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES, JESUCRISTO HOMBRE”, 1ra. Timoteo 2: 5.

Luego que venimos a Cristo, vamos a recibir los ataques del maligno, pero Dios nos ha dado las herramientas necesarias para que podamos vencer esos dardos que el enemigo nos lanza a diario.

Si tomamos una de las herramientas más efectivas que Dios nos ha otorgado, la fe, apagaremos esos dardos de fuego del maligno, “SOBRE TODO, TOMAD EL ESCUDO DE LA FE, CON QUE PODÁIS APAGAR TODOS LOS DARDOS DE FUEGO DEL MALIGNO”, Efesios 6: 16.

Ahora tenemos un gran pero.

Pero, si dejamos puertas rotas en nuestras vidas espirituales, el enemigo entrará sin pedir permiso, porque él no pide permiso, él entra en la primera puerta espiritual rota que nosotros nos descuidemos en repararla a tiempo.


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El enemigo no va a entrar si nosotros no dejamos puertas rotas.

Si usted se descuida en su casa y deja una puerta rota, ó se entra un ladrón, ó se entra un ratón u otra alimaña dañina. Tiene que reparar esa puerta lo más pronto posible.

Así mismo sucede con nuestro cuerpo físico y espiritual, el cual es el templo del Espíritu Santo, no podemos tener puertas rotas.

Lo primero que hizo el rey Ezequías fue reparar las puertas, eso fue lo primero, “EN EL PRIMER AÑO DE SU REINADO, EN EL MES PRIMERO, ABRIÓ LAS PUERTAS DE LA CASA DE JEHOVÁ, Y LAS REPARÓ”, 2 Crónicas 29: 3.

Tú y yo somos casa de Jehová, tenemos que reparar las puertas de nuestras vidas espirituales.

Hay puertas que son difíciles de reparar, son puertas poderosas que el enemigo aprovecha para entrar, por ejemplo, la televisión y el cine son puertas que hay que repararlas, porque por ellas se meten demonios a nuestras vidas espirituales.

Otras puertas que hay que reparar urgente son: el internet y el celular en su mal uso. El internet y el celular tienen de todo, bueno y malo, pero el cristiano tiene que cuidarse de no ver ciertas cosas que serán puertas rotas y será atacado por ahí.


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La pornografía y toda aberración sexual son puertas que están acabando con la vida espiritual de muchos cristianos, hay que repararlas con urgencia.

La ira, el enojo, el rencor, la raíz de amargura, la fornicación, el adulterio, los celos, son puertas que no dejan crecer a muchos.

Es hora de enfrentarnos a la realidad y buscar las puertas que nos puedan hacer daño, buscar cuáles son las puertas rotas en nuestras vidas espirituales.

Hay que focalizarlas, para reprenderlas en el nombre de Jesús,

Una vez focalizadas, tenemos que humillarnos, arrepentirnos, entregárselas a Cristo para que sea el mismo Señor que las repare con su Espíritu Santo y podamos alcanzar su gracia y misericordia, y que no se repitan las roturas.


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El rey Ezequías estaba consciente de que si no se reparaban las puertas del templo, no se podía lograr la santificación, y como segundo paso, luego de reparar las puertas, le pidió a los levitas que santificaran la casa de Jehová y sacaran toda inmundicia del santuario, “Y LES DIJO: ¡OIDME, LEVITAS! SANTIFICAD LA CASA DE JEHOVÁ EL DIOS DE VUESTROS PADRES, Y SACAD DEL SANTUARIO LA INMUNDICIA”, 2 Crónicas 29: 5.

Tú y yo somos la casa de Jehová.

Dios nos está llamando a la santidad.

Las obras de la carne están inundando en sus diferentes manifestaciones a muchos hombres y mujeres de Dios.

Si fallamos en la oración, si fallamos en el ayuno y en la consagración al ministerio, obviamente se romperán puertas, y el maligno te devastará.

Dios no quiere que existan

“PUERTAS ROTAS”

Los tiempos continúan duros y peligrosos. Cristo viene a buscar una iglesia santa. Tú y yo somos la iglesia.

Vamos a sacar toda inmundicia, que sin darnos cuenta nos pueda afectar nuestra salvación.


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Hemos venido a este camino a buscar una bendición de vida eterna en nuestro Señor Jesucristo.

No dejemos ninguna puerta rota.

Vamos a santificarnos cada día. Cada vez que oramos efectivamente, estamos reparando puertas.

Y Dios nos dejó la única puerta por la que siempre podemos entrar, por la única puerta que si la haces tuya, jamás podrá romperse, porque mi Cristo venció en la cruz y resucitó al tercer día, Cristo es la puerta,


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“YO SOY LA PUERTA; EL QUE POR MÍ ENTRARE, SERÁ SALVO; Y ENTRARÁ, Y SALDRÁ, Y HALLARÁ PASTOS”, Juan 10: 9.

Dios te guarde,

Héctor Paula