LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Apocalipsis 21: 21, "LAS DOCE PUERTAS ERAN DOCE PERLAS; CADA UNA DE LAS PUERTAS ERA UNA PERLA. Y LA CALLE DE LA CIUDAD ERA DE ORO PURO, TRANSPARENTE COMO VIDRIO".
Gracias Dios mío por tu Palabra. Gracias por estos mensajes que nos traes, gracias por tus misericordias. Intercedo ahora por los lectores y lectoras, guárdalos, ministra sus vidas, toma el dominio y el control de sus proyectos, establece tu orden, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE:
Hoy entramos en la parte final de este maravilloso tema, esperando que Dios traiga a tu vida una especial bendición, siempre y cuando estés dispuesto, estés dispuesta a recibir esa bendición.
Hemos visto las promesas que Dios nos tiene reservadas para tí y para mi, tan pronto conquistamos el derecho de ir al cielo por medio de la Sangre Preciosa e inmaculada de Jesús.
La mansión que vamos a vivir en el cielo es parte de la Santa Ciudad Celestial, LA NUEVA JERUSALÉN, Apocalipsis 21: 2. "Y YO JUAN VI LA SANTA CIUDAD, LA NUEVA JERUSALÉN, DESCENDER DEL CIELO, DE DIOS, DISPUESTA COMO UNA ESPOSA ATAVIADA PARA SU MARIDO".
En esta mansión, en esta ciudad no habrán lágrimas, no habrá muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor, Aleluyaaa !!!!
Esto no tiene precio, no tiene comparación, no me perdería vivir en esta Mansión ni por todo el oro del mundo, "ENJUGARÁ DIOS TODA LÁGRIMA DE LOS OJOS DE ELLOS; Y YA NO HABRÁ MUERTE, NI HABRÁ MÁS LLANTO, NI CLAMOR, NI DOLOR; PORQUE LAS PRIMERAS COSAS PASARON", Apocalipsis 21: 4.
Las palabras que se requieren para describir tanta belleza, tanto esplendor, tanta perfección, no pueden encontrarse en el argot humano, aún no existe un diccionario humano que sea capaz de describir esta Mansión Celestial.
Solo en la Revelación del Apocalipsis encontramos lo que será la Nueva Jerusalén, donde la única luz que se va a irradiar es la luz del Cordero, Cristo Jesús, "LA CIUDAD NO TIENE NECESIDAD DE SOL NI DE LUNA QUE BRILLEN EN ELLA; PORQUE LA GLORIA DE DIOS LA ILUMINA, Y EL CORDERO ES SU LUMBRERA", Apocalipsis 21: 23.
Esta es la gran y majestuosa ciudad, La Nueva Jerusalén donde tú y yo viviremos por la eternidad y para la eternidad por medio de aquel que nos amó.
Es entonces que podremos decir con sobrada felicidad, esta es
"MI MANSIÓN CELESTIAL"
Hoy estamos rodeados de cosas inmundas, abominables.
Los mentirosos abundan.
Los premios terrenales abundan, pero lo que tú y yo debemos alcanzar, es estar inscritos en el Libro de la Vida del Cordero, allá en el cielo, "NO ENTRARÁ EN ELLA NINGUNA COSA INMUNDA, O QUE HACE ABOMINACIÓN Y MENTIRA, SINO SOLAMENTE LOS QUE ESTÉN INSCRITOS EN EL LIBRO DE LA VIDA DEL CORDERO", Apocalipsis 21: 27
Este blog seguirá pregonando este evangelio de Salvación, porque tú eres importante para Cristo.
Dios no quiere que tú ni yo nos perdamos.
Él quiere que tu vengas a su Redil, al Redil de Cristo y le agrego a esto que Dios quiere que vengas a sentir el gozo de la salvación.
El gozo de saber que pisaremos calles de oro y mar de cristal en esa Nueva Jerusalén, ataviada como la esposa que debemos conquistar, "LAS DOCE PUERTAS ERAN DOCE PERLAS; CADA UNA DE LAS PUERTAS ERA UNA PERLA. Y LA CALLE DE LA CIUDAD ERA DE ORO PURO, TRANSPARENTE COMO VIDRIO", Apocalipsis 21: 21,
No te pierdas esta promesa.
Ven a Cristo en esta hora.
Dios te bendiga,
Héctor Paula