viernes, 20 de octubre de 2017

"HERIDAS SANADAS"





LECTURA BÍBLICA DE HOY:

1ra. Pedro 2: 24, "QUIEN LLEVÓ ÉL MISMO NUESTROS PECADOS EN SU CUERPO SOBRE EL MADERO, PARA QUE NOSOTROS, ESTANDO MUERTOS A LOS PECADOS, VIVAMOS A LA JUSTICIA; Y POR CUYA HERIDA FUISTEIS SANADOS"

Gracias Dios mío por tu Palabra. Bendice los lectores y lectoras, atiende sus peticiones, abre puertas, glorifícate en sus finanzas, toma el dominio y el control de sus circunstancias y llévalos a puerto seguro, en el nombre de Jesús. Amén.

MENSAJE:

Existen dos tipos de heridas.

Tenemos las heridas físicas, que afectan nuestro cuerpo.

Y tenemos las heridas espirituales, que afectan nuestra alma.

Ambas son dañinas, peligrosas y devastadoras.

Las heridas físicas representan en general nuestras enfermedades y padecimientos.

Tenemos hermosas promesas cuando le creemos a Dios, sobre todo habiendo sido nosotros los cristianos revestidos de autoridad sobre las enfermedades.

Esto no lo digo yo, "Y ESTAS SEÑALES SEGUIRÁN A LOS QUE CREEN: EN MI NOMBRE ECHARÁN FUERA DEMONIOS; HABLARÁN NUEVAS LENGUAS; TOMARÁN EN LAS MANOS SERPIENTES, Y SI BEBIEREN COSA MORTÍFERA, NO LES HARÁ DAÑO; SOBRE LOS ENFERMOS PONDRÁN SUS MANOS, Y SANARÁN", Marcos 16: 17-18.

Lo que está sucediendo es que la fe ha mermado, ha decaído, se ha desplomado en gran parte del pueblo de Dios en estos tiempos actuales.

Y como la fe ha descendido a niveles alarmantes, no se manifiestan los milagros de sanidad, no logra verse la gloria de Dios manifestada.

Si queremos ver las

"HERIDAS SANADAS"

Entónces tenemos que ejercer la fe sobrenatural de Dios.

Porque la Palabra de Dios es real y si le creemos, veremos su gloria.

Jesús llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz.  De esta manera podemos vivir a la justicia y por su herida hemos sido sanados, esto es real, "QUIEN LLEVÓ ÉL MISMO NUESTROS PECADOS EN SU CUERPO SOBRE EL MADERO, PARA QUE NOSOTROS, ESTANDO MUERTOS A LOS PECADOS, VIVAMOS A LA JUSTICIA; Y POR CUYA HERIDA FUISTEIS SANADOS", 1ra. Pedro 2: 24.

No importa la enfermedad que tengas, no importa el tamaño de tu herida ó de tu pecado.

A Dios no le importa eso, a Dios lo que le importa es que nosotros le creamos y por tanto saber que tenemos autoridad sobre las enfermedades.

No podemos seguir corriendo para la farmacia ó para el hospital, tenemos que pedir la fe sobrenatural para poder someter la enfermedad y echarla fuera en el nombre de Jesús.

Porque nuestra herida fue sanada en la cruz del calvario, por esas llagas de Jesús fueron sanadas nuestras heridas, nuestras enfermedades.

Ven a Cristo en esta hora si no lo conoces.

Ven a sentir el poder de Dios y ver su gloria con la fe que sólo Jesús puede darnos a través de su Sangre Preciosa e Inmaculada.

El Espíritu Santo nos habló con claridad en este mensaje.

Dios te bendiga,

Héctor Paula
Para la Gloria de Dios.







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