viernes, 28 de diciembre de 2018

“PAZ: QUÉ DIFÍCIL”



LECTURA BÍBLICA DE HOY:

Juan 16: 33, “ESTAS COSAS OS HE HABLADO PARA QUE EN MÍ TENGÁIS PAZ. EN EL MUNDO TENDRÉIS AFLICCIÓN; PERO CONFIAD, YO HE VENCIDO AL MUNDO”

Gracias Dios mío por tu Palabra. Gracias por tus misericordias, que son nuevas cada mañana, gracias por la Sangre Preciosa de tu Hijo Amado Jesús. Te presento los lectores y lectoras, protégelos, líbralos de todo mal, encamínalos por tus senderos, no permitas que ninguno se pierda, convéncelos de pecado, juicio y justicia, en el nombre de Jesús, Amén.

MENSAJE:  

La vida se ha tornado un vendaval de dificultades, problemas e imprevistos.

Son múltiples las causas que han originado las distorsiones conductuales que no veíamos 20 o 30 años atrás. La explosión demográfica principalmente en los países llamados del tercer mundo ha saturado las poblaciones urbanas, gran cantidad de los pobladores rurales buscan espacios en las ciudades dando paso a barrios y cordones de pobreza los cuales generan todo tipo de antisociales que rompen la paz.

Pero son muchas más las causas que alteran la paz.

Desde que nos levantamos y salimos a las calles la paz sale corriendo, son incontables las razones atenuantes que nos roban la paz, porque nuestros entornos están muy contaminados, producto del avance de los tiempos digitales, el internet y el celular.

En mi caso la paz era mi gran ausente, para mí la paz fue una utopía, mi vida era un total caos, porque las preguntas que me hacía eran más numerosas que las respuestas que me podían dar y mi paz interior era solo un deseo no cumplido.

Esta expresión me perseguía:

“PAZ: QUÉ DIFÍCIL”

No fue hasta que me convertí al evangelio de Jesucristo cuando por primera vez pude experimentar lo que es la verdadera paz, Jesús de una ver me habló y me dijo en su Palabra: “VENID A MÍ TODOS LOS QUE ESTÁIS TRABAJADOS Y CARGADOS, YO OS HARÉ DESCANSAR”, Mateo 11:28.

Y me dije, waooooo qué maravilloso, por qué no me convertí antes?

Mi vida cambia radicalmente, dentro de mis imperfecciones humanas y me hago amigo inseparable de la paz que Cristo nos da, la única Paz que penetra en nuestra alma, espíritu y pensamiento, sin importar las tempestades que nos rodean.

Así que, no importan las aflicciones, el Cristo que te predico te pide que confíes, que no importa la aflicción del mundo, porque Él ha vencido al mundo, y te ofrece la paz que Él da, “ESTAS COSAS OS HE HABLADO PARA QUE EN MÍ TENGÁIS PAZ. EN EL MUNDO TENDRÉIS AFLICCIÓN; PERO CONFIAD, YO HE VENCIDO AL MUNDO”, Juan 16: 33.

Si no conoces a Jesús, corre a Él, escapa por tu salvación !!!

Dios te bendiga !!!  
         
Héctor Paula.
Para la Gloria de Dios

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