LECTURA BÍBLICA DE HOY:
2da. Corintios 3: 17, “PORQUE
EL SEÑOR ES EL ESPÍRITU; Y DONDE ESTÁ EL ESPÍRITU DEL SEÑOR, ALLÍ HAY LIBERTAD”
Gracias Dios mío por tu Palabra. Gracias
por el aire que aún podemos respirar por tu Gracia y Misericordia. Perdona
nuestras iniquidades, nuestras flaquezas, quita toda escoria de nuestra vida
espiritual, límpianos de toda inmundicia y llévate todo espíritu carnal, ayúdanos siempre a buscar la santidad, Padre Amado, en el nombre de Jesús.
Amén.
MENSAJE:
No existe un sentimiento tan inherente
al hombre y a la mujer como la libertad.
Las personas que nunca hemos estado
presos en una cárcel, privados de la libertad, no tenemos una idea consensuada
de lo que significa salir en libertad de un recinto carcelario, obviamente nos
imaginamos la sensación de alegría y felicidad que la persona siente al momento
de salir a la calle.
Lamentablemente existen otras
cárceles, íntimamente ligadas a lo espiritual, las cuales son peores que las
cárceles físicas, porque las cárceles físicas son para estar confinados por una
cantidad específica de años, aparte de la cadena perpetua.
Las cárceles espirituales están
dirigidas por el enemigo de las almas, manteniendo en un confinamiento
espiritual sin tiempo especifico a una inmensa mayoría de la población, con el agravante de que no se
dan cuenta.
El pecado ha permeado de una manera
abrasiva y agresiva, la mayoría anda tras sus propias opiniones, totalmente de
espaldas a Dios, buscando los placeres, las entretenciones y los deleites, dando paso al ejercicio de la
desobediencia a los preceptos y ordenanzas de Dios y siendo cada vez más
esclavos del pecado.
Jesús se lo dijo a los fariseos, “JESÚS
LES RESPONDIÓ: DE CIERTO, DE CIERTO OS DIGO, QUE TODO AQUEL QUE HACE PECADO,
ESCLAVO ES DEL PECADO”, Juan 8: 34.
Dios envió a su Hijo Unigénito al
mundo a fin de libertar a la humanidad que estuviera dispuesta a seguir los
pasos de Jesús y aceptarlo en su corazón.
Jesús pagó con su Preciosa Sangre
“EL PRECIO DE LA LIBERTAD”
Ese Cristo está ahí presente,
paciente y con todo su amor, esperando por tí que no lo conoces, para
libertarte, para que veas la libertad en Cristo, “ASÍ QUE, SI EL HIJO OS
LIBERTARE, SERÉIS VERDADERAMENTE LIBRES”, Juan 8: 36.
Así como el carcelario experimenta la
más grande sensación de felicidad cuando sale libre, así mismo pude
experimentar cuando vine a los pies de Cristo, lo que es la libertad
espiritual.
No existe nada en este mundo que
pueda compararse a sentir el Espíritu del Señor, y por tanto sentir la libertad, la verdadera
libertad, “PORQUE EL SEÑOR ES EL ESPÍRITU; Y DONDE ESTÁ EL ESPÍRITU DEL SEÑOR,
ALLÍ HAY LIBERTAD”, 2da. Corintios 3: 17.
Ven a Cristo en esta hora, ven a
sentir el gozo de la salvación, ven a sentir el gozo de la libertad!!!
Dios te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
No hay comentarios:
Publicar un comentario