LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Habacuc 3: 17-18, “AUNQUE
LA HIGUERA NO FLOREZCA, NI EN LAS VIDES HAYA FRUTOS AUNQUE FALTE EL PRODUCTO
DEL OLIVO, LOS LABRADOS NO DEN
MANTENIMIENTO, Y LAS OVEJAS SEAN QUITADAS DE LA MAJADA, Y NO HAYA VACAS EN LOS
CORRALES; CON TODO, YO ME ALEGRARÉ EN JEHOVÁ, Y ME GOZARÉ EN EL DIOS DE MI
SALVACIÓN”
Gracias Dios mío por tu Palabra. Necesitamos
sabiduría de lo alto, danos revelación en tu Palabra, ayúdanos a entenderla y
sobre todo a llevarla a la práctica, ten misericordia de nosotros y aumenta
nuestra fe, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE:
La escasez es mala compañera, se
habla mucho de ella, pero sólo cuando uno la experimenta es que puede hablar
con sobrada propiedad y conocimiento vivido en carne propia.
Prácticamente todos hemos pasado por
momentos de escasez en algún momento de nuestras vidas, por lo cual sábemos lo agresiva, abrasiva y devastadora que es.
El pueblo de Israel tuvo promesas
especiales desde su origen, siendo el pueblo elegido de Dios, la niña de sus
ojos.
Esas promesas ya Moisés las había
expuesto claramente para que el pueblo pudiese salir de Egipto hacia el
desierto, asegurándoles que no iban a sufrir escasez en todo el trayecto hacia
la tierra prometida.
Dios suplió el maná del cielo, les
envió una nube de día para protegerse del sol y fuego en la noche para
iluminarlos y protegerlos del frío.
No hay cosa más terrible y temible que
un desierto.
El desierto es sinónimo de escasez y
fue en ese escenario donde Dios se glorificó para suplirle a su pueblo, hoy en
día, ese mismo Dios te dice que no te angusties en tu desierto, porque Él te va
a suplir en base a tu fe.
Dios transformará ese desierto, esa
escasez en estanques de aguas y la tierra seca la convertirá en manantiales en
tu vida, el salmista lo exhaltó, “VUELVE EL DESIERTO EN ESTANQUES DE AGUAS, Y LA
TIERRA SECA EN MANANTIALES”, Salmos 107: 35.
No nos podemos desesperar cuando
estemos atravesando el desierto de la escasez, es lo contrario debemos de estar
“ALEGRES EN LA ESCASEZ”
Habacuc pudo saborear el tiempo de
escasez que se presentaba y a él no le importaba que la higuera no floreciera,
ni que en las vides no hubiese frutos.
No le importaba nada de la escasez, a él
lo único que le importaba era alegrarse en Jehová y gozarse en el Dios de su
salvación, “AUNQUE LA HIGUERA NO
FLOREZCA, NI EN LAS VIDES HAYA FRUTOS AUNQUE FALTE EL PRODUCTO DEL OLIVO, LOS LABRADOS NO DEN MANTENIMIENTO, Y LAS
OVEJAS SEAN QUITADAS DE LA MAJADA, Y NO HAYA VACAS EN LOS CORRALES; CON TODO,
YO ME ALEGRARÉ EN JEHOVÁ, Y ME GOZARÉ EN EL DIOS DE MI SALVACIÓN”, Habacuc 3: 17-18.
Esa Palabra es para tí y para mí.
No
importa que la despensa esté vacía, que el refrigerador esté vacío, no importa que
la deuda esté ahí, no importa que los problemas nos agobien, lo importante es
que nos alegraremos y nos gozaremos en Jehová en medio de la escasez.
Estás respirando, puedes presenciar
cada día de vida que Dios te da, es el momento de apreciar lo que Dios nos ha
dado, sea en pequeña cantidad o en grande.
Vamos a valorar eso.
Vamos a valorar este día que hizo
Jehová, en medio de tu escasez, de mi escasez, vamos a gozarnos y a alegrarnos
en este hermoso día que Dios hizo, “ESTE ES EL DÍA QUE HIZO JEHOVÁ; NOS GOZAREMOS Y
ALEGRAREMOS EN ÉL”, Salmos 118: 24.
Si no conoces a Jesús, ven a Él,
corre a Él !!!
Dios te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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