lunes, 28 de mayo de 2018

"NO SE COBRA ENTRADA"



LECTURA BÍBLICA DE HOY:

Juan 6: 37, “TODO LO QUE EL PADRE ME DA, VENDRÁ A MÍ; Y AL QUE A MÍ VIENE, NO LE ECHO FUERA”.

Gracias Dios mío por tu Palabra. Te presento los lectores y lectoras, obra milagros en sus vidas, háblales en el silencio apacible de la noche, ayúdanos a estar en la cobertura del Espíritu Santo, quitando de nosotros todo impedimento, llévate toda depresión y glorifícate en la vida de los lectores y lectoras, en el nombre de Jesús. Amén.

MENSAJE:  

Vivimos una sociedad muy clasista, donde se han disgregado, se han separado los diferentes estratos en diferentes niveles.

El sistema capitalista, que es el más arraigado, trae consigo una enorme distancia entre esas clases, el rico más rico y el pobre más pobre.

No estoy criticando el sistema, porque siempre tendremos pobres, el mismo Jesús lo dijo. Lo que me trae a este hermoso mensaje que Dios me inspiró, es a que entendamos la diferencia de lo que existe en este mundo hipócrita y pecador y lo que ocurre ó debe de ocurrir en el pueblo de Dios.

Si usted no es de la clase rica, poderosa y de apellidos sonoros no puede ingresar a ciertos clubes sociales de la alta sociedad. Si usted no dispone de una cantidad significativa de dinero, no podrá asistir a lugares de esparcimiento donde tiene que pagar entrada. Es decir, el sistema excluye al pobre, lo aleja de poder alcanzar ciertas comodidades que al rico le sobra.

A mí no se me olvida nunca que los Clinton gastaban 10,000 dólares americanos todos los meses solo en los perros.

Si usted se pone a ver, el abismo que separa al rico del pobre es interminable, y eso no puede ser así.

Pero tengo buenas noticias. Dios ha roto con esos paradigmas, y nos ha establecido claramente, que podemos disfrutar de las bendiciones más importantes que existen, que son las bendiciones espirituales, porque las materiales terminan, perecen con la persona.

En el pueblo de Dios

“NO SE COBRA ENTRADA”

Son bendiciones para vida eterna.

Son bendiciones que alejan los miedos.

Son bendiciones que aunque partamos de este mundo, viviremos, "LE DIJO JESÚS: YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA; EL QUE EN MÍ CREE, AUNQUE ESTÉ MUERTO, VIVIRÁ", Juan 11: 25.

En mi caso deseché las bondades del mundo y Jesús me llamó a disfrutar de estas bendiciones que el mundo nunca me dio. 

Es un mundo muy discriminador, lleno de maldad, de intrigas, de pasiones desordenadas, de envidias, de alta hipocresía.

Aquí disfruto de una felicidad plena, de una paz insuperable y de una seguridad fuera de todo temor. Aquí nadie me echa fuera, “TODO LO QUE EL PADRE ME DA, VENDRÁ A MÍ; Y AL QUE A MÍ VIENE, NO LE ECHO FUERA”, Juan 6: 37.

Por eso no cambio mi Cristo por nada de este mundo, que no conoce el agradecimiento, salvo muy contadas excepciones.

Ese Cristo que me rescató y dio su vida por tí y por mí, es el que te estoy presentando en esta hora, y que a tí tampoco te echará fuera.

Ven a Cristo en esta hora y sentirás lo que es el gozo de la salvación, la paz que nada ni nadie te ha dado hasta ahora y la certeza de que no te echarán fuera!!!

Dios te bendiga !!!

Héctor Paula.
Para la Gloria de Dios

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