Dios les bendiga ricamente.
Proverbios 22: "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él"
Estamos atónitos observando todas las cosas que acontecen en nuestros barrios, ciudades, campos, pueblos y países.
Una niña de catorce años apuñaleó otra niña en New York, un niño de 14 apuñaleó y mató otro en Najayo, República Dominicana, porque se tardó mucho en la bicicleta que le había prestado.
Las noticias son alarmantes, y nos quedamos a veces incrédulos e impotentes ante la andanada de hechos y acontecimientos que ocurren sobre todo en los niños, adolescentes y jóvenes.
Hemos escrito mucho al respecto. Nuestra sociedad ha creado una serie de dogmas y tradiciones que nos hacen caer en una especie de círculo vicioso.
Tratamos de criar nuestros hijos lo mejor posible, pero por cada buen consejo que le damos, su entorno en la escuela y los amiguitos le dan por lo menos cien malos consejos.
También nos encontramos con que no podemos darles el tiempo que ellos se merecen pues la vida está muy compleja, cara y difícil y tenemos que dejarlos la mayor parte del tiempo a expensas de familiares, instituciones de cuidado de niños y muchas veces solos.
Vemos todos los programas gubernamentales,
vemos todos los psicólogos familiares,
vemos las instituciones que velan por los niños, niñas y adolescentes,
vemos todos los esfuerzos y promociones,
pero el problema sigue gigante.
Casi todo ha fallado.
Y lo más grande es que cuando son ya adultos tenemos toda una camada de delincuencia, criminalidad y violencia como nunca antes, pues como dice el refrán popular, "arbol que crece torcido, jamás su rama endereza",
y obviamente niños mal formados moral y espiritualmente nos darán una sociedad violenta.
Y vemos los resultados ante nuestros ojos hoy en día.
De la única manera que podemos garantizar un niño en el camino seguro es en la instrucción del camino de Dios, tal y como dice la Palabra de hoy, "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él", Prov. 22: 6.
Dios usó al sabio Salomón para darnos ricas enseñanzas acerca de nuestros hijos, y hacerlos hombres y mujeres del mañana dignos de ser ciudadanos y ciudadanas ejemplares en la sociedad,
lo que pasa es que se le han dado las espaldas a Dios y la gente no quiere enviar sus hijos a una iglesia evangélica cristiana verdadera, donde se les evangelice y se les enseñe el temor de Dios.
Muchas veces no queremos corregir a nuestros niños ó no tenemos las pautas adecuadas para hacerlo, pero el proverbista nos dice en el cap. 29: 15 "La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre"
Esta es la verdadera doctrina que hará de nuestros hijos lo mejor de la sociedad y serán luz en medio de las tinieblas, serán jóvenes destacados no solo en sus estudios sino en sus comportamientos.
Es necesario corregir a nuestros niños, así como vamos enderezando el árbol, tenemos que corregirlos para que en el mañana podamos tener tranquilidad de espíritu, "Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma" Prov. 29: 17.
Lo que pasa es que el diablo se ha inventado métodos que dicen que no hay que corregirlos, que hay que dejarlos, que la psicología permite que no se repriman ni le peguen, etc,
y lo que tenemos es una sociedad perversa y la mayoría de los jóvenes en caminos peligrosos.
Recuerdo que antes uno era corregido por un vecino y hasta nos daban un correazo y cuando llegábamos a la casa nos daban otra pela,
pero hoy en día usted intenta pegarle a un niño de un vecino y lo menos que le puede pasar es ir preso.
Pero en esta hora vengo a decirte que no permitas que tus hijos caigan en esas garras de lo moderno,
es tiempo de instruir a nuestros niños en el camino de Jesús,
pero en una iglesia evangélica verdadera,
y los resultados los verás en el mañana.
Ven a Cristo con tus niños,
para que sean hombres y mujeres con el temor de Dios
y sean hijos legítimos de Dios lavados con la Sangre Preciosa de Jesús.
No permitas que suceda como el refrán que dice,
"ARBOL QUE CRECE TORCIDO..."
Dios te guarde,
Héctor Paula
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