Dios les prosiga bendiciendo.
Apoc. 3: 10 "Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra"
Un afamado declamador de poesías, dominicano llamado Juan Llibre tenía una de sus declamaciones preferidas, dentro de las que la gente le gustaba.
Recuerdo que pasé un año nuevo en Puerto Rico y el 31 de diciembre a las 12:00 de la noche era una tradición poner en las emisoras de radio esta poesía esperando el año nuevo, prácticamente todos los puertorriqueños no cristianos escuchando la famosa poesía.
Una estrofa de la misma posee una gran enseñanza: "No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague".
Y esto vamos a llevarlo al plano espiritual.
En cuanto a la parte de la deuda no hay mucho que abundar, pues Cristo pagó mi deuda a precio de sangre en el mismo instante que me convertí a Él, 1 Pedro 1: 18-19 "Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación".
En cuanto al plazo, sí, es cierto, no hay plazo que no se cumpla,
en el mundo a todo le llega su hora
y la Biblia registra que el plazo de esta dispensación de la gracia se está cumpliendo,
lo vemos con todo lo que está aconteciendo en todo el planeta, guerras, rumores de guerras, pestes, hambres, terremotos, "cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca", Luc. 21: 28.
No tenemos que ser un erudito ni un científico para saber el momento histórico-profético que vivimos y que la Biblia lo describe como, "Y todo esto será principio de dolores", Mat. 24: 8.
Cristo está a las puertas de levantar su iglesia, por eso estos mensajes te llegan por la misericordia de Dios, y la descripción es tan terrible que debemos meditar,
muchos se irán en aquel día y lamentablemente muchos se quedarán, "Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado y el otro será dejado", Mat. 24: 40.
Por eso el salmista le preguntaba en humillación acerca del fin de sus días en la tierra, "Hazme saber, Jehová, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy", Salmo 39: 4,
y justamente ahora te digo que te humilles a Cristo,
porque el plazo casi se cumple.
Dios está esperando que tu vengas al redil de Cristo
y tomes el camino de la salvación tan grande que te ofrece por medio de su Hijo Amado Jesús,
y por eso a los cristianos que hemos creído y seguido los caminos del Señor nos da la más hermosa promesa
en estos tiempos en que el plazo se está cumpliendo, Apoc. 3: 10 "Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra".
Es hora de aplicar la inteligencia,
es hora de venir a Cristo,
grandes acontecimientos se aproximan para esta tierra,
no es cuento de hadas,
ni fábula de viejas,
es una realidad bíblica,
el tiempo se termina,
ven a Cristo, pues aquella poesía lo describía,
"NO HAY PLAZO QUE NO SE CUMPLA..."
Dios te guarde,
Héctor Paula
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